HACE DIEZ MESES ME SEPARE DE MI ESPOSA Y MI MATRIMONIO FUE RESTAURADO

  Queridos hermanos: Hoy quiero compartir con ustedes, ¡La Grandeza de Nuestro Señor!, hace diez meses me separé de mi esposa y de mis hijos por problemas con la familia de ella, desde ese día todo se ponía peor, no podía ver a mis hijos, ella me dijo, que no me quería ver en la casa nunca más y que no me amaba, empecé a asistir a oraciones, a la hora santa, a la Eucaristía y a pedirle a Dios por la restauración de mi matrimonio y cada vez las cosas se ponían peor, llegó un tiempo desde diciembre hasta abril que no tuve ningún contacto con mis hijos y mi esposa sin saber nada de ellos, ella de vez en cuando me enviaba un mensaje de texto pero yo lleno de orgullo no le respondía uno solo.

  Pero Dios milagrosamente a mediados de marzo hizo que asistiera a una casa de oración y consejería, le conté mi situación a esa persona y me dijo que le enviara un mensaje de texto a mi esposa a ver como reaccionaba, pero igual mi orgullo y saber que ella andaba con otro hombre, no quise hacerlo, a los tres días me decidí y a las tres de la mañana le envié un mensaje diciéndole que los quería mucho y que les deseaba lo mejor (a mis hijos y a ella) y tan grande es mi Señor que a las 7 de la mañana ella me respondió.

  Pasamos durante este tiempo por tantos sufrimientos y hasta adulterio que le vacían a uno el alma y me sentía vacío, pero Dios sabe por qué nos puso de nuevo en el camino, yo le ayudé a ella a salir de ese adulterio, con la grandeza de Dios y sé que Dios nos juntó de nuevo, para salir adelante porque los dos nos íbamos a necesitar mucho, ¡gracias a Dios tenemos dos meses de estar como novios! (de nuevo) y ¡Bendito Dios! ayer mi esposa me dijo: “que me fuera a la casa a vivir con ellos”, aún no lo he hecho porque para los que creen que Dios no los escucha, ¡Dios es tan Grande! que no solo está restaurándome a mí y a mi esposa y a nuestro matrimonio sino que también está restaurando nuestro hogar porque le estamos haciendo unos arreglos pequeños a la casita donde vivíamos, porque ¡Dios hace nuevas todas las cosas!.

  Sigan adelante hermanos y no se echen atrás sigan con fe y esperanza y oren mucho por sus esposos (as) porque ahora sé por qué Dios permita porque pase muchas cosas tristes en nuestras vidas, ¡Él siempre está a nuestro lado y nos ama!. ¡Dios los bendiga! y seguiré orando por el grupo.

Saludo de Carlos Mauricio (el esposo de Nidia) a JSMF.