«Jesús necesito que sanes mi corazón»

Hola hermanos

Me doy cuenta del amor de Dios tan grande por mí y que jamás me ha dejado sola, siempre ha estado a mi lado, siempre ha estado ahí muy cerquita  de mi corazón. Fui yo quien se salió del camino y lo aparté de mi vida, pero El mismo fue por mi y me rescató.

Bastó solo abrir mi corazón para recibir tanto amor, compasión, compañía y tantas bendiciones.

Fui a un desierto que duro mas de 10 años, muchos problemas, peleas, conflictos familiares, intrigas, etc. Lo perdí todo, me enferme gravemente, estaba alejada de mi familia de sangre, mi esposo se fue de casa, profesionalmente no me desarrolle por dedicarme a mi hogar y por el trabajo de mi esposo. Hice un ídolo de barro en  mi esposo, al punto que me quede sin amigos, sin familia y me quede completamente sola, mis hijos eran muy pequeños. No tenia dinero propio, no tenía ahorros, lo que Dios me daba económicamente a través de mi esposo. Sentí que lo perdí todo, solo me rodeaba en aquel momento la soledad, dolor e incertidumbre.

En aquellos momentos de tristeza, soledad, angustia, yo sabía a donde acudir por la semilla de la Fe que sembraron en mi corazón desde temprana edad, en el seno de mi familia. Muchos veces  fui al Santísimo con mi corazón destrozado, y muchas veces sentí que mis oraciones y suplicas eran en vano, que Dios no me escuchaba.

Pero el Señor  de manera sorprendente  salió a mi encuentro a consolarme, a mimarme, a susurrarme al oído y estos encuentros los materializó con palabras dulces, con un mensaje especial para mí en una homilía, con una palabra de aliento o un abrazo de una persona, en consejería con mi confesor, con la visita de alguien especial, con las palabras dulces de mis hijos, o con promesas a través de su palabra.

En momentos de aridez espiritual, es increíble como con tanta suavidad renueva mi corazón y vuelvo a sentir ese amor especial de Dios por mi y mi pequeño y limitado amor por El.

Son muchos los testimonios que puedo contar de como he sentido la presencia viva y real cuando he ido en busca de Dios, en especial en mi crisis matrimonial y separación, cuando he necesitado de El, cuando he tenido una necesidad física, material o espiritual o simplemente he ido a visitarlo en el Santísimo. Al ver cada respuesta solo puedo sentir un gozo inmenso de sentirme la hija mas pequeña, mas amada de papito Dios.

Recuerdo en especial un día, recién separada, que mi esposo se llevo los niños y me quede sola en mi casa. Comencé a llorar amargamente, y sentía un vacío y un dolor profundo en mi corazón, me sentía morir en vida. Llevaba sin dormir 2 o 3 meses, ya no podía del agotamiento físico, me dolían los huesos, el estomago y no se donde queda en mi cuerpo el alma, pero era tan grande ese dolor, que puedo asegurar que me dolía el alma.

Cogí mi carro y sentí que debía ir a internarme en una clínica, quería descansar, quería dormir y olvidarme de lo que estaba viviendo y despertarme de esta pesadilla y que nada de esto hubiera pasado, pero el Señor me desvió para un santuario, me desvió a su casa. Solo recuerdo que le dije, Señor necesito que me sanes, no puedo mas!. Me arrodille frente al Santísimo y frente a la Virgencita y cerré mis ojos y de rodillas me quede dormida. Llegue tipo de 10 am y yo muy lejos escuchaba 1 eucaristia, la siguiente, la siguiente, la siguiente…no me quería parar de allí, pues en medio de mi sueño sentía paz y sosiego. Cuando abrí mis ojos, me sorprendí porque estaba todo muy oscuro y cuando mire el reloj eran mas de las 8 pm. Había pasado 9 horas de rodillas y dormida, como era esto posible?. La Iglesia estaba casi vacía, iban a cerrar, pero no puedo describir con palabras como salí renovada de allí.

Creo que el Señor este día me hizo cirugía de corazón abierto, nunca mas en mi vida volví a sentir ese dolor sin esperanza y a partir de allí, comencé a frecuentar el Santísimo y era increíble como llegaba triste y salía con paz. No hay otro lugar donde sanarse que no sea de rodillas frente a Jesús.

Hoy le pido  papito Dios que cada día quiero conocerlo  mas y enamorarme perdidamente de El. Quiero pedirle que siga abriendo mi corazón y que si todavía hay dolor, o cosas que no haya sanado, vuelva a hacerme cirugía de corazón abierto. Si aun no he perdonado, me perdone a mi primero y transforme mis faltas de perdón en amor. Y solo quiero de aquí en adelante vivir para El y en El.

No se cuando llegue mi restauración matrimonial, se que llegó primero mi restauración personal y todo será para su Gloria en el día que Dios lo disponga.